Imagina que vas a pedir una pizza online y te piden tu DNI, dirección exacta con referencia, el nombre de tu mascota y qué comiste ayer. Probablemente cierres la página antes de terminar.
Lo mismo ocurre con los formularios en tu sitio web. Si son largos, confusos o piden demasiada información desde el inicio, los usuarios simplemente se van. Por eso, menos es más: los formularios simples convierten mejor.
1. El problema de los formularios largos
Cada campo adicional en un formulario representa un punto de fricción. Mientras más pidas, más posibilidades hay de que el usuario abandone el proceso.
Ejemplos de errores comunes:
- Formularios con más de 6 campos obligatorios.
- Solicitar información irrelevante para el primer contacto.
- No usar etiquetas o explicaciones claras.
2. Simplifica para ganar conversiones
Recomendaciones para mejorar tus formularios:
- Pide solo lo necesario (nombre, email o teléfono en primera instancia).
- Usa campos desplegables o automáticos cuando sea posible.
- Divide formularios largos en pasos si realmente necesitas varios datos.
- Asegúrate de que funcionen bien en móvil.
3. Datos que lo respaldan
Estudios muestran que reducir un formulario de 11 a solo 4 campos puede aumentar conversiones en más del 120%.
Ejemplo realista: Un negocio que antes pedía nombre completo, RUC, dirección, tipo de negocio, y horario de atención, decide pedir solo nombre y teléfono. Resultado: duplicó la cantidad de leads.
4. El objetivo es iniciar la conversación
Recuerda que el formulario no tiene que hacerlo todo. Su objetivo es que el usuario tome el primer paso para que luego puedas continuar la conversación por correo, teléfono o WhatsApp.
Conclusión
Un formulario simple puede ser la diferencia entre ganar o perder un cliente. Elimina lo innecesario, facilita el proceso y verás cómo aumentan tus conversiones.
Pide menos, recibe más.